En el #DíaInternacionalDelAgua conversamos con Juan Carlos Gonzales, gerente de la División de Tratamiento de Aguas de Disal, sobre la gestión de las aguas residuales que generan las empresas, la importancia de tratarlas y transformarlas en un recurso valioso que impacte positivamente en la salud de las personas y la protección del ambiente, y cómo nuestra compañía brinda este servicio de forma especializada a nuestros clientes.

1. ¿Qué son las aguas residuales ?
Las aguas residuales son aquellas que provienen del consumo humano o de los procesos industriales.
Por ejemplo; están las denominadas aguas domésticas que se generan al cocinar, lavar, limpiar, asearnos u otra actividad que realizamos en el hogar. Y, tenemos las aguas industriales que resultan de los procesos productivos de la minería, la agricultura, la pesquería y la industria en general.
Estas aguas contienen una serie de elementos y sustancias, como desechos orgánicos y químicos, por lo cual pueden poner en riesgo la salud de las personas y el ambiente si son reutilizadas o desechadas sin un tratamiento previo.
2. ¿Cuál es la situación de la gestión de las aguas residuales en nuestro país?
En el Perú, la mayor parte de la población está asentada en la costa donde hay menor disponibilidad de agua potable y mayor producción de aguas residuales domésticas e industriales, por ello la preocupación por tratarlas se incrementa.
Además, existe la mala práctica de verter estos residuos líquidos al mar, ríos y lagunas provocando un impacto altamente negativo en el ambiente y la salud de las personas.
3. En el caso de las empresas, ¿existe algún marco normativo referente a la gestión de las aguas residuales que producen?
Sí, las empresas están reglamentadas por distintos instrumentos normativos que deben cumplir según su actividad productiva.
Entre los principales, tenemos el Decreto Supremo Nº 004- 2017-MINAM Estándares Nacionales de Calidad Ambiental (ECA) para Agua y el Decreto Supremo Nº 003-2010-MINAM Límites Máximos Permisibles (LMP) para los efluentes de Plantas de Tratamiento de Aguas Residuales Domésticas o Municipales. Ambas normas emitidas por el Ministerio del Ambiente y promulgadas en la Ley N° 28611, Ley General del Ambient
Estas normas establecen el nivel de concentración de elementos, sustancias o parámetros físicos, químicos y biológicos presentes en el agua. En el caso de los ECA estos niveles se encuentran en un cuerpo receptor como los mares, ríos, lagunas, etc., y no representan riesgos para la salud de las personas ni para el ambiente. En el caso de los LMP estos se encuentran en los efluentes de las industrias y al ser excedidos y vertidos en un cuerpo receptor podrían causar daño a la salud, al bienestar humano y al ambiente.
De otro lado, contamos con el Decreto Supremo N° 001-2015-VIVIENDA-Valores Máximos Admisibles (VMA) emitido por el Ministerio de Vivienda, Construcción y Saneamiento, el cual establece que las empresas que generan aguas residuales industriales deben tratarlas previamente cumpliendo los valores máximos admisibles antes de disponerlas en el sistema de alcantarillado sanitario. Estos valores miden la concentración de sustancias que al excederse causan daño a las instalaciones o infraestructura sanitaria.
4. ¿Cómo se tratan las aguas residuales?
Estas son gestionadas en plantas de tratamiento de aguas residuales (PTAR). Un sistema que mediante procesos físicos, químicos y biológicos permite eliminar o reducir los contaminantes presentes en el agua proveniente de la población o de la industria logrando así producir un efluente apto para ser reutilizado o devuelto a un cuerpo receptor como los mares, ríos, lagunas, etc.
5. ¿Por qué es importante el tratamiento de las aguas residuales? ¿Cuáles son los beneficios?
Actualmente, existe una crisis mundial del agua por su escasez. Según las Naciones Unidas, 2 200 millones de personas viven sin acceso al agua potable. De otro lado, la UNESCO señala que el 80% de las aguas residuales son vertidas sin previo tratamiento a los mares y ríos ocasionando graves problemas en la salud de las personas y en el ecosistema.
En ese sentido, el tratamiento de las aguas residuales es fundamental para hacer frente a esta problemática. Al recuperar estas aguas de forma correcta se convierten en un recurso valioso, esto como principio fundamental de la economía circular; por ejemplo: se pueden utilizar para reemplazar el agua dulce que se usa en el riego, en los procesos industriales o fines recreativos. Además, los productos derivados de su tratamiento pueden generar energía y nutrientes.
De esta manera, se desarrolla un círculo virtuoso que impacta positivamente en la salud pública, la preservación de los recursos naturales y la protección del ambiente.
6. ¿En qué consiste el servicio de tratamiento de aguas residuales que brinda Disal?
En Disal ofrecemos esta solución ambiental a diversas empresas del sector minero, agrícola, industrial, pesquero, construcción, sanitario, retail, entre otros. Contamos con el conocimiento, la experiencia y la tecnología para recuperar y reaprovechar las aguas residuales según sus características particulares.
Nuestros servicios comprenden desde el diseño hasta la construcción de las plantas de tratamiento de aguas con tecnología de vanguardia, como osmosis inversa y bioreactores. Además, nos encargamos de operarlas y mantenerlas según las necesidades de cada industria. Finalmente, contamos con otros servicios complementarios como: elaboración de expedientes, pruebas de laboratorio, suministros de equipos y reactivos, optimización de procesos, dosificación de reactivos y criterios de operación.
De esta manera, nos convertimos en aliados de nuestros clientes en la gestión responsable de las aguas residuales que se generan en sus operaciones con el objetivo de reducir su impacto en el planeta y preservar el ambiente.
7. ¿Qué cantidad de aguas residuales recuperaron en el último año?
Durante el 2021, ayudamos a distintas industrias a gestionar sus aguas residuales, entre ellas destacan el sector minero, agrícola, industrial, entre otros. Gracias a ello, se logró tratar alrededor de 900 mil m3 de agua permitiendo su recuperación y reutilización en los procesos productivos, el riego de áreas verdes y su potabilización.